Atajame esa pelota
El fútbol ya no es lo que era, dice un amigo, cada vez que ve anuncios de un partido entre chicas. Ya, es medio idiota, pero… se empieza en chiste y se termina en el Infierno.
En serio ¿no se enteró del partido programado entre veteranos del fútbol francés y los muchachos de la Guardia Suiza, los custodios del Papa y el Vaticano?
El árbitro será un obispo. Adivine quien va a ganar.
Los franceses quieren comprar al Papa con un vinito especial, pero están jodidos, porque en su casa se toman la pelota en serio. A que no sabía que el Vaticano tiene su propio campeonato, el “Clericus Cup” donde participan atléticos sacerdotes y sonrosados seminaristas.
Caminame todo,
El fútbol ya no es lo que era, dice un amigo, cada vez que ve anuncios de un partido entre chicas. Ya, es medio idiota, pero… se empieza en chiste y se termina en el Infierno.
En serio ¿no se enteró del partido programado entre veteranos del fútbol francés y los muchachos de la Guardia Suiza, los custodios del Papa y el Vaticano?
El árbitro será un obispo. Adivine quien va a ganar.
Los franceses quieren comprar al Papa con un vinito especial, pero están jodidos, porque en su casa se toman la pelota en serio. A que no sabía que el Vaticano tiene su propio campeonato, el “Clericus Cup” donde participan atléticos sacerdotes y sonrosados seminaristas.
Caminame todo,
caminame
Hay quien usa los zapatos no solo para caminar, sino como objeto erótico. Fetichistas los llaman, pobre zapateros. Lo cierto es que no son mayoría, y si fueran no se notan, hasta ahora. Digo hasta ahora porque los mexicanos acaban de inventar unos zapatos que estimulan la producción de feromonas. Sí aromas de hormonas sexuales.
Así, a traición, tu pasito en la vereda como dice el tango se convierte en una trampa para cazar osos y, todo se inventa, coartada para violadores:
-¡Qué quiere usía, las feromonas de la señorita me obnubilaron!
Eso no vale. No es jugar limpio. ¡Bah, como si jugar limpio fuera una virtud! Creo que le voy a comprar un par a ella para decirle: venga, piba, caminame todo.
La pobre Daisy
Hay quien usa los zapatos no solo para caminar, sino como objeto erótico. Fetichistas los llaman, pobre zapateros. Lo cierto es que no son mayoría, y si fueran no se notan, hasta ahora. Digo hasta ahora porque los mexicanos acaban de inventar unos zapatos que estimulan la producción de feromonas. Sí aromas de hormonas sexuales.
Así, a traición, tu pasito en la vereda como dice el tango se convierte en una trampa para cazar osos y, todo se inventa, coartada para violadores:
-¡Qué quiere usía, las feromonas de la señorita me obnubilaron!
Eso no vale. No es jugar limpio. ¡Bah, como si jugar limpio fuera una virtud! Creo que le voy a comprar un par a ella para decirle: venga, piba, caminame todo.
La pobre Daisy
Me gusta la gente que no se anda con chiquitas, y que conste que no es una crítica a Berlusconi, sino una forma de decir. Tanto joder con el pensamiento políticamente correcto, tanto compañeros y compañeras, concejales y concejalas, que al final se te saltan los fusibles y pasa lo que pasa.
Fíjense si no en la Daisy Toumé, ministra del Interior del Uruguay. Tanto joder con llamarla borracha y lesbiana que la Daisy se sacó y les dijo desde burros hasta hijos de puta y, claro, como la gente no tiene humor, tuvo que renunciar indeclinablemente.
Pobre mujer, víctima del machismo yoruga. Está claro que cuando una mujer tiene pelotas, mejor que las esconda.
En fin, y todo esto para no hablar de los resultados electorales en Europa y estas ganas de ser de derecha que le atacó a la clase media.
Boludeces. No sé si le dije: si pincha en las palabras subrayadas hay premio. Pruebe.
Fíjense si no en la Daisy Toumé, ministra del Interior del Uruguay. Tanto joder con llamarla borracha y lesbiana que la Daisy se sacó y les dijo desde burros hasta hijos de puta y, claro, como la gente no tiene humor, tuvo que renunciar indeclinablemente.
Pobre mujer, víctima del machismo yoruga. Está claro que cuando una mujer tiene pelotas, mejor que las esconda.
En fin, y todo esto para no hablar de los resultados electorales en Europa y estas ganas de ser de derecha que le atacó a la clase media.
Boludeces. No sé si le dije: si pincha en las palabras subrayadas hay premio. Pruebe.