Dos noticias me aguan el día.
Una, que el G20 confía en el FMI para controlar al sistema financiero internacional. ¡Ja! Ya sabemos a quien le duele el culo cuando el FMI banca el juego.
Dos, que el sol parece haber entrado en un tiempo de feroz desgana. Ni una pequeña mancha solar. Nada. Fiaca absoluta.
Y claro... el tipo mira para acá, se dice ¿otra vez el FMI? ¿Otra vez dándole aire a los cocodrilos? ¡Que se los coma la noche!
Ya estoy decidido, me compro una hamaca paraguaya para ver como el sol se extingue, cómodamente.