Este fin de semana hubo elecciones en España y, para no ser menos, las habrá en Buenos Aires dentro de pocos días. Nadie puede asegurar, ni este cerdo “chauvinista”, que unas puedan ser más interesantes que las otras. Últimamente -me refiero a los últimos 30 años- los candidatos se amontonan en la social democracia, y se hacen cirugía de pómulos, nalgas y neuronas, para ser más que iguales.
O sea que votar ya no es lo que era antes; cuando uno podía hacerse módicas ilusiones.
Sólo que hay países o gente, que, de tanto en tanto, producen un milagro y los memoriosos pueden emular al ex presidente Alfonsín, cuando decía: “con la democracia, se come, se cura, se aprende”, sólo que diciendo ¡con la democracia hasta te la maman!
Digo esto porque Tania Dervaux, candidata al senado de Bélgica, ha prometido 40.000 felaciones a los que se inscriban en una lista colgada en la web de su partido.
La chica se iluminó de golpe cuando, como todos, prometió plena ocupación concretando 400.000 nuevos (jobs) trabajos. Graciosos que nunca faltan le escribieron sugiriendo que cambiara trabajos por “blowjobs”, o sea felaciones, y Tania no se hizo rogar. Sólo achicó un cero las cifras, porque una cosa es ponerse a la tarea y otra hacer política de masas.
La señora lo tiene todo calculado, y regimentando. Cumplir su promesa electoral la tendrá plenamente ocupada 500 días, a 80 sesiones de sexo oral diarias. Siempre y cuando los beneficiarios pongan el preservativo, y no se tomen más de cinco minutos para este servicio a la comunidad.
Grafolito del Duraznero, ese gusano que no cree en la honestidad humana, sostiene que la del afiche no es Tania, porque si fuera no se jodería la vida metiéndose en política. Más, sospecha que será apoyada en la tarea por un cierto número de becarios y becarias de su equipo político; sin garantías de eficacia, o estéticas.
Si esto fuera cierto… adiós con nuestras esperanzas de un cambio positivo en la política. Otra vez nos habrían vuelto a defraudar.
O sea que votar ya no es lo que era antes; cuando uno podía hacerse módicas ilusiones.
Sólo que hay países o gente, que, de tanto en tanto, producen un milagro y los memoriosos pueden emular al ex presidente Alfonsín, cuando decía: “con la democracia, se come, se cura, se aprende”, sólo que diciendo ¡con la democracia hasta te la maman!
Digo esto porque Tania Dervaux, candidata al senado de Bélgica, ha prometido 40.000 felaciones a los que se inscriban en una lista colgada en la web de su partido.
La chica se iluminó de golpe cuando, como todos, prometió plena ocupación concretando 400.000 nuevos (jobs) trabajos. Graciosos que nunca faltan le escribieron sugiriendo que cambiara trabajos por “blowjobs”, o sea felaciones, y Tania no se hizo rogar. Sólo achicó un cero las cifras, porque una cosa es ponerse a la tarea y otra hacer política de masas.
La señora lo tiene todo calculado, y regimentando. Cumplir su promesa electoral la tendrá plenamente ocupada 500 días, a 80 sesiones de sexo oral diarias. Siempre y cuando los beneficiarios pongan el preservativo, y no se tomen más de cinco minutos para este servicio a la comunidad.
Grafolito del Duraznero, ese gusano que no cree en la honestidad humana, sostiene que la del afiche no es Tania, porque si fuera no se jodería la vida metiéndose en política. Más, sospecha que será apoyada en la tarea por un cierto número de becarios y becarias de su equipo político; sin garantías de eficacia, o estéticas.
Si esto fuera cierto… adiós con nuestras esperanzas de un cambio positivo en la política. Otra vez nos habrían vuelto a defraudar.