Le llaman “el caballero”, no acierto a saber si con intenciones irónicas. Tal vez sería más acertado llamarlo “condottiero”. Al fin y al cabo se parece mucho a aquellos soldados mercenarios que no siempre compartían los intereses del estado para el cuál combatían, y no dudaban en traicionarlo.
El condottiero Berlusconi no duda. Con teatral instinto, huele dónde está el mayor rédito político y apuesta. Ahora, prohibiendo que desconecten a una pobre chica, muerta desde hace 17 años. Berlusconi me hace acordar a Carlos Menem. La misma necesidad de gobernar a golpes de “decretos de necesidad y urgencia”, que posdatan la necesaria aprobación por parte del Legislativo.
Extenderse sobre la vocación de dictadores, de "condottieros" como Menem y Berlusconi no merece la pena. Especialmente porque llegaron a dónde llegaron con el voto mayoritario de argentinos o italianos.
Tampoco tengo ganas de analizar el por qué millones de argentinos votaron y volverían a votar a Menem. Es la misma razón que lleva a millones de italianos a votar a Berlusconi.
Borges, Jorge Luis, el indeseable, dijo alguna vez que la democracia es un exceso de las estadísticas. Dejémoslo ahí…
El condottiero Berlusconi no duda. Con teatral instinto, huele dónde está el mayor rédito político y apuesta. Ahora, prohibiendo que desconecten a una pobre chica, muerta desde hace 17 años. Berlusconi me hace acordar a Carlos Menem. La misma necesidad de gobernar a golpes de “decretos de necesidad y urgencia”, que posdatan la necesaria aprobación por parte del Legislativo.
Extenderse sobre la vocación de dictadores, de "condottieros" como Menem y Berlusconi no merece la pena. Especialmente porque llegaron a dónde llegaron con el voto mayoritario de argentinos o italianos.
Tampoco tengo ganas de analizar el por qué millones de argentinos votaron y volverían a votar a Menem. Es la misma razón que lleva a millones de italianos a votar a Berlusconi.
Borges, Jorge Luis, el indeseable, dijo alguna vez que la democracia es un exceso de las estadísticas. Dejémoslo ahí…
3 comentarios:
A ver si el condottiero se anima a echar a patadas a la jermu del Palacio, a cerrar los ferrocarriles, regalarle los aviones a los gallegos, cargarse a la telefónica para cobrar fortunas por llamar acá a la vuelta, regalarle el petróleo también a la madre patria, volar una fábrica en mitad de una ciudad cordobesa y prohibir a la prensa toda especulación al respecto, aportar un lancha patrullera a la flota yanqui que sirvió de base para "liberar" Kuwait, brindar por la voladura de la embajada de Israel y la Amia, mantener relaciones carnales con Bush padre y con Clinton y, lo pior de lo pior: ¡Casarse con la Boloco y engendrar a Máximo!
Cuánto te falta andar, condottiero!
Pingüino en Ayunas
mURIÓ.
Solo ha muerto una inocente. Los condottieros siguen vivos.
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