lunes, 9 de febrero de 2009

Condottieros


Le llaman “el caballero”, no acierto a saber si con intenciones irónicas. Tal vez sería más acertado llamarlo “condottiero”. Al fin y al cabo se parece mucho a aquellos soldados mercenarios que no siempre compartían los intereses del estado para el cuál combatían, y no dudaban en traicionarlo.
El condottiero Berlusconi no duda. Con teatral instinto, huele dónde está el mayor rédito político y apuesta. Ahora, prohibiendo que desconecten a una pobre chica, muerta desde hace 17 años. Berlusconi me hace acordar a Carlos Menem. La misma necesidad de gobernar a golpes de “decretos de necesidad y urgencia”, que posdatan la necesaria aprobación por parte del Legislativo.
Extenderse sobre la vocación de dictadores, de "condottieros" como Menem y Berlusconi no merece la pena. Especialmente porque llegaron a dónde llegaron con el voto mayoritario de argentinos o italianos.
Tampoco tengo ganas de analizar el por qué millones de argentinos votaron y volverían a votar a Menem. Es la misma razón que lleva a millones de italianos a votar a Berlusconi.
Borges, Jorge Luis, el indeseable, dijo alguna vez que la democracia es un exceso de las estadísticas. Dejémoslo ahí…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A ver si el condottiero se anima a echar a patadas a la jermu del Palacio, a cerrar los ferrocarriles, regalarle los aviones a los gallegos, cargarse a la telefónica para cobrar fortunas por llamar acá a la vuelta, regalarle el petróleo también a la madre patria, volar una fábrica en mitad de una ciudad cordobesa y prohibir a la prensa toda especulación al respecto, aportar un lancha patrullera a la flota yanqui que sirvió de base para "liberar" Kuwait, brindar por la voladura de la embajada de Israel y la Amia, mantener relaciones carnales con Bush padre y con Clinton y, lo pior de lo pior: ¡Casarse con la Boloco y engendrar a Máximo!
Cuánto te falta andar, condottiero!

Pingüino en Ayunas

Anónimo dijo...

mURIÓ.

Errea dijo...

Solo ha muerto una inocente. Los condottieros siguen vivos.