jueves, 17 de enero de 2008

Almafuerte


Cuando no tengo un buen día es porque arranco con sensación de pérdida, irreparable. Entonces, cuando me acuerdo de las buenas y viejas costumbres, acudo a los Sonetos Medicinales del viejo "Almafuerte". Una buena dosis de obstinación aznal aprovecha y sienta bien. Este es el primero de los sonetos.



¡AVANTI!



Si te postran diez veces, te levantas

otras diez, otras cien, otras quinientas:

no han de ser tus caídas tan violentas

ni tampoco, por ley, han de ser tantas.



Con el hambre genial con que las plantas

asimilan el humus avarientas,

deglutiendo el rencor de las afrentas

se formaron los santos y las santas.



Obsesión casi asnal, para ser fuerte,

nada más necesita la criatura,

y en cualquier infeliz se me figura

que se mellan los garfios de la suerte...

¡Todos los incurables tienen cura

cinco segundos antes de su muerte!

miércoles, 16 de enero de 2008

Tragedias un poco griegas




Ando con buen humor para las tragedias. Por ejemplo, la de Obama, el candidato oscurito de los demócratas norteamericanos. Cada vez que lo miro le veo cara de muerto. Tal vez, y sólo tal vez, los yanquis estén preparados para tener una mujer presidente, pero ¿un negro? ¿Un negro con media familia musulmana, y que comparte nombre con los satanes de Oriente?


Para muchos europeos el hombre es una esperanza de mejoras varias. Yo, me digo: son puntos de vista. En el país que lleva el record de presidentes estropeados a balazos en ejercicio de sus funciones, yo veo un muerto donde otros ven verde esperanza.


Una de cal y otra de cal: Vengo de tragedia un poco griega. Para dentro de un par de meses tendré en la calle mi nueva novela "Retrato de familia con muerta". Tiene mucho de tragedia griega, a pesar de que transcurre en un barrio cerrado de provincia de Buenos Aires. Cualquier similitud con un caso muy sonado queda a cuenta del lector.