viernes, 12 de noviembre de 2010

HACEME CASO, PONELE UN PALO

A veces, cuando me dicen que la “fregona” -ese estropajo con palo para limpiar el piso invento español- liberó a la mujer de fregar los suelos de rodillas cepillo en mano, pienso que es un ataque de patriotismo palurdo lo que justifica el argumento. Porque, ¿acaso en los países donde no existe la fregona las mujeres siguen de rodillas?
Que yo sepa, porque salgo muy poco, hace una pila de años que a alguien se le ocurrió ponerle un palo de escoba al cepillo y fregar de pie.
Tal vez la señora de la foto –parte de un decálogo de consejos para tener a un marido feliz- tenía callos en las rodillas y en la cabeza, porque ponerle un palo al cepillo no es tan difícil como hacer una buena tortilla, sin segundas intenciones.