martes, 22 de mayo de 2007

La memoria debe ser acción

Represión y fusilamiento de un maestro

Luego de 30 días de realizar diferentes medidas de protesta y de reclamo frente a las autoridades del gobierno neuquino, los trabajadores de la educación, por decisión mayoritaria de sus masivas asambleas, se dirigieron a la localidad de Arroyito para efectuar un corte de ruta. Allí los estaba esperando la policía con sus cuerpos especiales de represión. Ante la magnitud del operativo policial, los trabajadores decidieron retirarse a la vez que, la policía provincial desató una brutal represión y virtual cacería de maestras y docentes con total desprecio por la vida humana. Utilizando gases lacrimógenos y balas de goma a mansalva, camionetas especiales, camiones hidrantes y autos no oficiales, con personal uniformado y de civil, todos fuertemente armados atacaron a una multitud desarmada... Un maestro, Carlos Fuentealba es fusilado por la policía.
Carlos Fuentealba
Un obrero de la construcción, un empleado..., finalmente, y con mucho esfuerzo de su parte y de su familia, a los casi cuarenta años, un maestro... un profesor. Un trabajador preocupado por la injusta realidad social de la provincia, del país. Como lo definiera Sandra, su esposa, “un militante de la vida”. Un trabajador comprometido con la lucha por un futuro mejor para su familia y para los sectores más humildes de la sociedad. Un trabajador que, lejos del individualismo, buscaba la acción colectiva y organizada junto a quienes consideraba los suyos. Muchas son y han sido las expresiones de sus alumnas/os que resaltan su calidad humana y su preocupación por el otro, como así también su calidad profesional como trabajador de la educación.
El asesinato
El día cuatro de abril de este año, Carlos Fuentealba, ya se retiraba junto a otros compañeros luego del intento fallido de cortar la ruta. Mientras transitaban por la ruta 22, en un auto Fiat 147, hacia la ciudad de Neuquén, la policía interceptó su paso, disparando de muy corta distancia, por la espalda y a la cabeza de Carlos, una granada de gases lacrimógenos. Ante la sorpresa y la indignación de los manifestantes, ante las cámaras de televisión y de otros medios, el trabajador de la educación, debatiéndose entre la vida y la muerte, es sacado del auto, en medio de una densa nube de gases, por sus compañeros. La policía continúo la represión e impidió el paso de la ambulancia que minutos más tarde llegara para auxiliar al maestro gravemente herido.
Los días siguientes...
La muerte de Carlos Fuentealba fue anunciada ante una multitud que esperaba noticias de él a la puerta del hospital. Miles y miles marcharon por las calles neuquinas en repudio al brutal asesinato. La exigencia de renuncia de todo el gobierno de la provincia no se hizo esperar. La marcha más grande de la historia de esta provincia se llevó a cabo en estos días. El lunes 9 de abril, treinta mil personas se movilizaron rodeando la casa de gobierno.
En este marco, el gobernador J. Sobisch, declaró públicamente su responsabilidad política en la decisión de reprimir a las docentes, argumentando la legitimidad y corrección de la misma. Lejos de lograr su objetivo de amedrentar a los trabajadores de la educación, este hecho doloroso provocó una mayor unidad y acción con otros trabajadores y sectores de la sociedad frente al gobierno.
Hoy la huelga de los trabajadores de la educación ha finalizado pero comienza a resonar con fuerza en la provincia del Neuquén y en el país la exigencia de juicio y castigo para todos los responsables materiales, políticos e ideológicos de la represión y el fusilamiento público de Carlos Fuentealba. Este no debe ser un nuevo caso de impunidad al que los gobiernos y la Justicia nos tienen acostumbrados.

Por lo expuesto, desde la Comisión Carlos Presente Justicia Ya. (CoCapre) hacemos un llamamiento nacional e internacional hacia todas las personalidades de la sociedad, la política, la cultura, la ciencia, el arte... a pronunciarse contra esta brutal represión y asesinato ejecutada por el estado neuquino. La memoria debe ser acción para impedir una nueva situación de impunidad frente a los crímenes de la policía y del estado. Hacemos extensivo este llamado a todas las organizaciones de trabajadores o instituciones que deseen expresarse en este sentido. Los invitamos a enviar el siguiente pronunciamiento, o el que Uds. consideren apropiado, al Juez Instrucción de la causa Cristian Piana, fax: 0299-4422160 (del exterior agregar codigo 054) dirección de e-mail cristian.piana@jusneuquen.gov.ar y remitir a las siguientes direcciones de correo pertenecientes a nuestra comisión: cocapre@hotmail.com ; cocaprejusya@yahoo.com.ar y aten@speedy.com.ar .
PROPUESTA DE PRONUNCIAMIENTO PARA PERSONALIDADES Y ORGANIZACIONES NACIONALES E INTERNACIONALES.

La /El que suscribe....................................................................., Documento Nº ...................,adhiere a la exigencia de Juicio y Castigo para todos los responsables materiales, políticos e intelectuales de la represión en Arroyito, Provincia del Neuquén, Argentina, el día 4 de abril del año 2007, en la cual fuera fusilado públicamente el trabajador de la educación Carlos Fuentealba, mientras transitaba por la ruta Nº 22 durante una medida de fuerza de la que participaba junto a sus compañeras/os del sindicato, la Asociación de Trabajadores de la Educación del Neuquén (Aten).
Indicar lugar de procedencia, Organización a la que pertenece, Actividad que desempeña

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada sucede demasiado lejos. Neuquén puede estar a la vuelta de Madrid o de Barcelona, si bajamos la guardia. Piedrabuena fue fusilado por un asesino dictatorial con uniforme al que la democracia, con 23 años de vigencia, no dio de baja, no lo juzgó, lo mantuvo armado para "cuidar el orden". Iba en el asiento posterior de un auto pequeño, cuando lo acribillaron. Como Kostequi y Santillán, los compañeros asesinados en Avellaneda hace cuatro años. "Escarmientos", disparos con plomo en la siniestra ruleta rusa a la que son enfrentados los trabajadores argentinos, en su cotidiana lucha por una sociedad menos injusta.
Tómate el metro, si se detiene en "Neuquén" no te has equivocado de línea. Está tan cerca.

Anónimo dijo...

Cumpa querido: Ayer, el partido que desde hace 45 años viene ganando en Neuquén, un lugar bastante extraño de la Patagonia, repitió. Con casi el 50 por ciento de los votos. Unas semanas antes, el profesor Fuentealba murió porque un vigilante le metió en la cabeza un cartucho de gas lacrimògeno en la cabeza. Es bestial, pero es así.
Después de la muerte de Fuentealba, los neuquinos, armados de su tradicional y explícita inquina contra el orden, pero apenas explícita, hicieron marchas multitudinarias. Se llenò de gente que reclamò juicio y castigo para el responsable, no ya el vigilante que tiró, sino el de quien dispuso la represión: el gobernador Jorge Sobisch, claro que del MPN, partido en el poder desde 1962, porque jamás lo abandonò, inclusive cuando hubo dictaduras militares y criminales. Las justas, morales y éticas manifestaciones populares, indicaban que la muerte del MPN estaba ahì nomás, a la vuelta de la lápida de Fuentealba. Se le subieron, a la lápida, los oportunistas de siempre, Se presagiò el fin del MPN, para nunca jamás.
Ayer, claro, el MPN volviò a ganar y con casi el 50 por ciento de los votos. Dirán que con la ayuda de otros oportunistas, pero ganó otros cuatro años y se irán a 49 en el poder. ¿A quién habrán votado los que se manifestaron ofendidísimos,l tristísimos, acongojados, doloridos, por el asesinato del compañero Fuentealba? Hubo quienes, seguro, no lo hicieron por el MPN. Pero tampoco lo hicieron por el partido creado por los gremios de trabajadores estatales, quienes fueron los que más impulsaron el juicio y castigo, que apenas si llegó al cinco (5, si) por ciento de los votos. La primera impresión, es que una parte importante de los estatales, incluidos los docentes compañeros de Fuentealba, volvieron a votar, como lo hacen desde hace 45 años, al MPN.
Quizás, porque en estos 45 años todos, absolutamente todos, los trabajadores del Estado, fueron designados por el Movimiento Popular Neuquino o sus colaboradores militares. Y hay que saber agradecer el laburo. Quizás porque en nuestra prístina condición de democráticos y al igual que en Buenos Aires, los que ya reunimos un poco de capital no vamos a andar votando a esos mamados que hablan de colectivismo, como hacíamos en los 70, y que nos arrebatarán todo sin que tengamos una estancia a dónde ir a refugiarnos.
La cosa es que, en Neuquén, la riqueza sale, brota, del suelo. En forma de gas y petròleo. Igual que en los Emiratos. La vida es fácil. Tan, pero tan tan fácil, que te permite salir a la calle a gritar y lagrimear por el asesinado Fuentealba. Exigir que no te descuenten el día porque el reclamo es de indudable justicia y, enseguida, pelar el DNI para votar al hermano gemelo de Sobisch, el que tambièn hubiera ordenado la represión en la que se muriò el profesor. Como decía ese filòsofo nacional llamado Pepitito: ¡andáaaa!

Anónimo dijo...

Y me olvidé de una palabra, apenas: hipócrita. Ponelo donde se te cante, siempre quedará bien. abrazo RA, flaco