lunes, 12 de enero de 2009

Pal congo me voy


El diario El País se propone enviar escritores famosos a los “infiernos de la Tierra”. Mario Vargas Llosa viajó y cuenta del Congo. Sobre todo de un hospital atendido por médicos negros, con la ayuda externa de “Médicos Sin Fronteras”, Cruz Roja Internacional y otras organizaciones humanitarias.
La enfermedad principal son las violaciones.
Las bandas armas que pasan por ejércitos aplican su odio violando a las mujeres de las etnias “enemigas”. Diez, quince, veinte hijos de puta que violan a una mujer, de 10 a 80 años, con vergas, palos y bayonetas. Por supuesto, una buena parte de ellas mueren. Otras sobreviven destrozadas y/o preñadas, y su gente las rechaza porque llevan en el vientre un “enemigo”.
Bien. Parece que el gobierno de Congo no tiene recursos, y que… mejor les copio lo que escribe Vargas Llosa.
El hospital “fue construido por Cáritas. La Iglesia Católica y el Gobierno llegaron a un acuerdo para que forme parte de la Sanidad Pública. No se aceptan polígamos, ni homosexuales, ni se practican abortos.”
¡Eso es lo que se llama tener principios! ¿Quién dijo que sólo Tintín era un puto fascista!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Raúl: El título, noerma, es viejo. Viejisimo. Tan obsoleto que me dieron ganas de irme p'al Congo, como se respondía en siglos lejanos a esas convocatorias solidarias e internacionales. No llama la atenciòn que haya vasallos de todo calibre y pelaje quienes, mientras se desarrolla un drama de horror, como el de Gaza, en el que victimarios -asesinos, bah- y víctimas están expuestos y son evidentes, aparezcan las marionetas del poder absoluto forzando el eje para que el problema gire en otro ángulo o, mejor, agregando otros problemas históricos para que los individuos perezosos revivan su hartazgo y aburrimiento y resuelvan no darle más bola a ninguno.
Si vas al Congo, avisame. Junto unos cuantos pomos de pomada para los dolores articulares, algunos puñados de píldoras para la presión arterial y te acompaño. Al fin de cuentas, en la gloriosa Guerra Civil Española, la solidaridad internacional se manifestó en esas condiciones: hasta los viejos fueron. Hoy, claro, seamos quizás demasiado viejos. Igual, la convocatoria me parece necesaria. Abrazo, flaco galván

Anónimo dijo...

Mas, todavía. Abrí la foto que metiste en tu perfil. Raulito: Freud, explica. Qué se le va a hacer. abrazo, flacogalván (a quien no le saliò un mensaje para el flaco orsi)

Anónimo dijo...

Yo me postulo para ir a algunos infiernos que, seguro, El País ha olvidado en su listado:

El Vaticano. Me metería en la cama con el Pope, sería su aborto y el relato adquiría tintes espeluznantes.

La conciencia USA. Me costaría meterme en ella, hay poco espacio. Además me compraría un rifle, que son gratis, y dispararía munición autocrítica

Cualquier Bolsa de valores. Con traje ignífugo, claro.

Alguna factoría textil en Asia.

Guza